Puente / Aluminio pintado / 170x170x110 cm / 1972
“ Es verdad que mis colores disminuyen o aumentan por épocas. En los 60, por ejemplo, reduje el color a uno solo porque la obra era muy rica y no resistía más. Entre más plana sea la composición, más colores utilizo. Es lo que hice en los ‘Aparatos mágicos’.En la serie sobre los ‘Coricanchas’ he querido enfatizar la información sobre los aspectos religioso y mágico de los incas. Quise meter un color fuerte y el único que encontré para contrastrar los grises y los amarillos, fue su color sagrado: el violeta. Así obtuve obras que dan la impresión de objetos muy particulares, muy espirituales.
El color lo siento mucho pero lo pienso más. Hay una cosa muy mental en eso. Hay pintores abstractos que lo utilizan con más libertad que yo. Es como si el color me sirviera para enfatizar la parte temática. En la serie de ‘Coricanchas’ la estructura es rígida, casi monótona. En esas composiciones octogonales, tensas y tan controladas, el color da mayor dinamismo. Por eso las corto con una mancha de amarillo arriba, un gris abajo y un magenta en medio.
En esa serie me parece lógico que si hay un templo solar sea amarillo. La luna es blanca y lo que la rodea es gris o azul. Hay piezas que resisten el cambio de color. Cuando las formas se tocan o se sobreponen, pongo un solo color para crear dinamismo. Pero me mantengo libre hasta el final.
El rojo medio naranja me molesta. El amarillo me gusta que sea muy oro. Pero el amarillo y el rojo no los pongo juntos. En medio coloco un negro o un gris que, por ser neutros, permiten que haya paso entre los dos. El azul prusia no me interesa. Me gusta moverme entre el negro y el gris oscuro.
¿Por qué colores mate? Porque siempre he querido controlar las formas. El mate es únicamente forma. Siento que su unidad con la estructura es total. Algunos inclusive han dicho que mis esculturas parecen hechas de cartón.
Hay obviamente situaciones nuevas. Ahora tengo problemas para traer pintura mate y en Colombia no se fabrica. Estoy poniendo pintura de carros. Esos colores, mezclados con los opacos, me ayudan a subrayar una palabra. Colores brillantes, únicamente, no utilizaría. Con ellos, la forma se empobrece, no se puede ver. Es como si gracias a esos reflejos, se abriera una ventana dentro de un plano ”.
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